raulg_91
4th February 2007, 15:20
Hace unos días, Gilbert Arenas explicaba en su blog que había ganado una apuesta a su compañero Roger Mason Jr., anotando un triple más que él (82-81) sobre un total de 100 intentos desde la línea de tres universitaria.
Al parecer, Mason dijo que había sido mejor tirador que Arenas durante su época universitaria y Arenas no pudo "soportarlo", por lo que le retó a una apuesta. El concurso se llevó a cabo en Toronto y, como decíamos, venció Arenas. No le bastó con esto, ya que, como él mismo reconoce, no dudó en decirle que necesitaba tirar 10.000 tiros más para poder batirle y presumió de vencer su apuesta durante los siguientes días. Sin embargo, Mason contó al Wahshington Post que él participó en la apuesta vestido de calle y con zapatos y que, normalmente, era capaz de anotar 90 o 91 de esos 100.
Como Arenas seguía jactándose ante sus compañeros, Stevenson fue el siguiente en retarle. Así que el escolta All Star de los Wizards no dudó en aceptar la apuesta imponiendo, además, que él tiraría desde la línea de tres universitaria con una mano, mientras que Stevenson lo haría desde la distancia NBA del modo tradicional. En juego, 20000 dólares, poco para un contrato de 11 millones como el de Arenas, pero una cantidad considerable para los 937.000 dólares de contrato que tiene su compañero.
El concurso consistía en lanzar 10 veces desde cada posición, haciendo el recorrido de ida y vuelta, para un total de 100 tiros.
Gilbert Arenas anotó 73 de sus 100 intentos, pese a las bromas con las que trataba de distraerle Stevenson. Caron Butler reboteaba y daba el balón, Calvin Booth era el juez y Brendan Heywood y Antono Daniels llevaban la cuenta.
Para completar el desafío, Arenas se permitió el lujo de lanzar los últimos tiros desde fuera del campo, en el lateral, ¡anotando algunos de ellos!
Le tocó el turno a DeShawn Stevenson que comenzó on fire anotando todo lo que lanzaba, hasta que Arenas vio en peligro la apuesta y se dedicó a molestar notablemente a su compañero con gestos, trash-talk, bailes, balones al aire, etc... devolviéndole la distracción recibida anteriormente con creces.
Al final, Stevenson debía anotar los 10 últimos tiros, pero falló el sexto. Arenas lo celebró bailando en el suelo y su compañero se fue visiblemente enfadado de la cancha. Aquí está el resultado de tan disparatada apuesta:
[flash:b1dae7aef5]http://www.youtube.com/watch?v=Bn6O42a5vl8&eurl=[/flash:b1dae7aef5]
Al parecer, Mason dijo que había sido mejor tirador que Arenas durante su época universitaria y Arenas no pudo "soportarlo", por lo que le retó a una apuesta. El concurso se llevó a cabo en Toronto y, como decíamos, venció Arenas. No le bastó con esto, ya que, como él mismo reconoce, no dudó en decirle que necesitaba tirar 10.000 tiros más para poder batirle y presumió de vencer su apuesta durante los siguientes días. Sin embargo, Mason contó al Wahshington Post que él participó en la apuesta vestido de calle y con zapatos y que, normalmente, era capaz de anotar 90 o 91 de esos 100.
Como Arenas seguía jactándose ante sus compañeros, Stevenson fue el siguiente en retarle. Así que el escolta All Star de los Wizards no dudó en aceptar la apuesta imponiendo, además, que él tiraría desde la línea de tres universitaria con una mano, mientras que Stevenson lo haría desde la distancia NBA del modo tradicional. En juego, 20000 dólares, poco para un contrato de 11 millones como el de Arenas, pero una cantidad considerable para los 937.000 dólares de contrato que tiene su compañero.
El concurso consistía en lanzar 10 veces desde cada posición, haciendo el recorrido de ida y vuelta, para un total de 100 tiros.
Gilbert Arenas anotó 73 de sus 100 intentos, pese a las bromas con las que trataba de distraerle Stevenson. Caron Butler reboteaba y daba el balón, Calvin Booth era el juez y Brendan Heywood y Antono Daniels llevaban la cuenta.
Para completar el desafío, Arenas se permitió el lujo de lanzar los últimos tiros desde fuera del campo, en el lateral, ¡anotando algunos de ellos!
Le tocó el turno a DeShawn Stevenson que comenzó on fire anotando todo lo que lanzaba, hasta que Arenas vio en peligro la apuesta y se dedicó a molestar notablemente a su compañero con gestos, trash-talk, bailes, balones al aire, etc... devolviéndole la distracción recibida anteriormente con creces.
Al final, Stevenson debía anotar los 10 últimos tiros, pero falló el sexto. Arenas lo celebró bailando en el suelo y su compañero se fue visiblemente enfadado de la cancha. Aquí está el resultado de tan disparatada apuesta:
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