Luis Cembranos
13th February 2007, 21:25
Dos profesionales tan válidos como antagónicos pasarán a la historia de nuestro deporte por haber tenido la suerte de narrar las mayores gestas sobre una cancha de la selección española de baloncesto. Por ser las voces de algo que difícilmente olvidaremos. Héctor Quiroga y Andrés Montes; Andrés Montes y Héctor Quiroga. Como Matías Prats, el testigo sonoro del gol de Zarra ante Inglaterra en Maracaná. Uno, el primero, siempre tan políticamente correcto, parcial como ninguno en sus comentarios cuando tocaba retransmitir al Real Madrid. No había más remedio, dirán algunos. El otro, el segundo, tan anárquico, tan heterodoxo… tan diferente a los demás. Vamos, la noche y el día en este complicado mundo de la comunicación.
Los más jóvenes, imponderables de la edad, saben de Héctor Quiroga por los comentarios de los que ya hemos visto un montón de partidos de baloncesto. Nunca se alteraba en sus narraciones, pasara lo que pasara. Era lo que se llevaba en su época, contar las cosas con cargados tintes institucionales. Argentino de nacimiento, incluso tuvo tiempo para hacer sus pinitos en el mundo del celuloide, donde se movía como pez en el agua. Y merengue por los cuatro costados, pues no le recuerdo una única retransmisión desde el Palau Blau Grana (para eso estaba José Félix Pons, otro clásico con mayúsculas). Su corazón se paró días después de que los hombres de Antonio Díaz Miguel alcanzaran la gloria en el Forum de Los Ángeles. Sabía que le quedaba poco. Por eso quiso estar presente en la cita olímpica del 84. Murió con las botas puestas, como gusta a los verdaderos profesionales. Como Pedro Barthe, que siempre fue su apoyo en tierras californianas. Se me olvidaba, su nombre bautizó al mejor torneo de carácter amistoso que nuestras canchas hayan albergado jamás. Un memorial que reunió desde 1984 hasta 1991 a los mejores equipos antes de que el balón volara de manera oficial.
Y de Andrés Montes, qué podemos decir...
Que tiene tantos admiradores como detractores. Con él no valen medias tintas. Se ganaba la vida en la desaparecida Antena 3 Radio, donde era una de los principales lugartenientes de José María García, formando con Siro López un curioso dúo. Luego, muchos años después, volvió a la actualidad gracias a la oportunidad que le brindó Canal +. En el canal de pago, valoraba tanto la actuación del americano de turno del Estudiantes, como el sistema defensivo de Pat Riley. Y es que los genios tienen capacidad para eso y más. Y de allí… a La Sexta, cadena que no dudó en tirar de talonario para hacerse con sus servicios. Como dijo no hace mucho, tiene mucho en común con Marc Gasol, pues asegura que ambos estuvieron en Japón poco menos que por casualidad. Tenga o no razón, el destino ha querido que sea la banda sonora del oro logrado por los de Pepu Hernández en tierras nipones. Los hay con suerte.
Los más jóvenes, imponderables de la edad, saben de Héctor Quiroga por los comentarios de los que ya hemos visto un montón de partidos de baloncesto. Nunca se alteraba en sus narraciones, pasara lo que pasara. Era lo que se llevaba en su época, contar las cosas con cargados tintes institucionales. Argentino de nacimiento, incluso tuvo tiempo para hacer sus pinitos en el mundo del celuloide, donde se movía como pez en el agua. Y merengue por los cuatro costados, pues no le recuerdo una única retransmisión desde el Palau Blau Grana (para eso estaba José Félix Pons, otro clásico con mayúsculas). Su corazón se paró días después de que los hombres de Antonio Díaz Miguel alcanzaran la gloria en el Forum de Los Ángeles. Sabía que le quedaba poco. Por eso quiso estar presente en la cita olímpica del 84. Murió con las botas puestas, como gusta a los verdaderos profesionales. Como Pedro Barthe, que siempre fue su apoyo en tierras californianas. Se me olvidaba, su nombre bautizó al mejor torneo de carácter amistoso que nuestras canchas hayan albergado jamás. Un memorial que reunió desde 1984 hasta 1991 a los mejores equipos antes de que el balón volara de manera oficial.
Y de Andrés Montes, qué podemos decir...
Que tiene tantos admiradores como detractores. Con él no valen medias tintas. Se ganaba la vida en la desaparecida Antena 3 Radio, donde era una de los principales lugartenientes de José María García, formando con Siro López un curioso dúo. Luego, muchos años después, volvió a la actualidad gracias a la oportunidad que le brindó Canal +. En el canal de pago, valoraba tanto la actuación del americano de turno del Estudiantes, como el sistema defensivo de Pat Riley. Y es que los genios tienen capacidad para eso y más. Y de allí… a La Sexta, cadena que no dudó en tirar de talonario para hacerse con sus servicios. Como dijo no hace mucho, tiene mucho en común con Marc Gasol, pues asegura que ambos estuvieron en Japón poco menos que por casualidad. Tenga o no razón, el destino ha querido que sea la banda sonora del oro logrado por los de Pepu Hernández en tierras nipones. Los hay con suerte.