alexismartinez
15th March 2007, 14:10
El Levante puede tener atado ya a su ansiado centrocampista organizador de cara a la próxima campaña. El elegido es Emilio José Viqueira, que finaliza contrato en el Recreativo de Huelva...si los onubenses no ejercen una cláusula para renovarlo cuando alcance los 25 partidos jugados, algo que puede ocurrir en breve. El gallego podría haberse comprometido ya para las dos próximas temporadas con la entidad de Orriols, una sospecha extendida en Huelva y que en la entidad blanquiazul es vox populi. No sólo eso, varios clubes han preguntado por su situación para firmarlo de cara al siguiente ejercicio y han descartado la posibilidad, pues dan por hecho que será granota, según les ha comunicado fuentes cercanas al jugador.
Viqueira es un centrocampista de calidad que el año pasado fue uno de los grandes artífices del ascenso de su equipo y que esta campaña, ya en Primera, ha vuelto a cuajar muy buenas actuaciones siendo básico para Marcelino, que lo ha utilizado en 24 partidos. Pero desde hace unas semanas, el jugador es foco de polémica porque su presidente se teme que no quiere renovar al estar ya firmado por otro club y ése es el motivo que ha llevado al futbolista a denunciar una cláusula que existe en su contrato por la cual, si juega 25 partidos quedaría renovado por el Recreativo.
En principio, el Levante podría haber firmado ya al centrocampista de 32 años a expensas de que él se libere del compromiso con su actual club. Si lo consigue, el próximo año vestirá de azulgrana independientemente de en qué categoría esté el cuadro valenciano. Así, abandonaría Huelva donde ha jugado cinco años, tres en Segunda y dos en Primera División.
Mañana tienen el acto de conciliación
La situación de Viqueira colea en Huelva, donde el presidente Francisco Mendoza está tirándole encima a la opinión pública. El jugador denunció la cláusula que le haría renovar si juega al menos 25 partidos este año, contabilizando los encuentros en los que dispute 35 minutos o más. En esas condiciones, el gallego suma ya 22 apariciones, que no se han visto incrementadas pues en las dos últimas jornadas fue suplente y sólo jugó 25 minutos por partido lo cual hizo despertar las sospechas. El Recre no está dispuesto a que se vaya gratis, mientras que él cree que esa cláusula no es legal, pese a que la firmó. Por eso, mañana las dos partes se verán las caras en un acto de conciliación del que estará muy pendiente el Levante.
Viqueira es un centrocampista de calidad que el año pasado fue uno de los grandes artífices del ascenso de su equipo y que esta campaña, ya en Primera, ha vuelto a cuajar muy buenas actuaciones siendo básico para Marcelino, que lo ha utilizado en 24 partidos. Pero desde hace unas semanas, el jugador es foco de polémica porque su presidente se teme que no quiere renovar al estar ya firmado por otro club y ése es el motivo que ha llevado al futbolista a denunciar una cláusula que existe en su contrato por la cual, si juega 25 partidos quedaría renovado por el Recreativo.
En principio, el Levante podría haber firmado ya al centrocampista de 32 años a expensas de que él se libere del compromiso con su actual club. Si lo consigue, el próximo año vestirá de azulgrana independientemente de en qué categoría esté el cuadro valenciano. Así, abandonaría Huelva donde ha jugado cinco años, tres en Segunda y dos en Primera División.
Mañana tienen el acto de conciliación
La situación de Viqueira colea en Huelva, donde el presidente Francisco Mendoza está tirándole encima a la opinión pública. El jugador denunció la cláusula que le haría renovar si juega al menos 25 partidos este año, contabilizando los encuentros en los que dispute 35 minutos o más. En esas condiciones, el gallego suma ya 22 apariciones, que no se han visto incrementadas pues en las dos últimas jornadas fue suplente y sólo jugó 25 minutos por partido lo cual hizo despertar las sospechas. El Recre no está dispuesto a que se vaya gratis, mientras que él cree que esa cláusula no es legal, pese a que la firmó. Por eso, mañana las dos partes se verán las caras en un acto de conciliación del que estará muy pendiente el Levante.