Jose The Best
22nd April 2007, 14:49
El Almería remontó el derbi provincial ante el Polideportivo Ejido y continúa imparable hacia el ascenso después de ganar, con tres goles en la segunda mitad, un encuentro que tuvo su punto de inflexión en la expulsión del centrocampista hispano-nigeriano de los visitantes Sunny. El equipo dirigido por Unai Emery quiso, desde el comienzo, mostrar sus credenciales de segundo clasificado frente a un eterno rival que vivaquea en la zona media y que nada se jugaba en el choque excepto la honrilla.
Pese al dominio local, al filo de la media hora llegó el tanto visitante, a la salida de un córner muy protestado porque la afición consideró que en la acción anterior había habido un codazo de Ortiz a Mané. Sea como fuere, Pedro Vega sacó desde el rincón derecho y Tena remató, de forma inapelable, en el primer poste.
El tanto noqueó por unos instantes al Almería, que estuvo a punto de encajar el 0-2 en un contragolpe de Pedro Vega pero enseguida reaccionaron los de Emery con una colada de Crusat por la izquierda, cuyo pase de la muerte no envió a gol José Ortiz porque el defensa López Ramos salvó en la línea.
Los primeros quince minutos de la segunda mitad fueron un asedio del Almería sobre la meta de Kike, en estado de gracia para evitar el empate en sucesivos remates de Kalu Uche, Míchel y Ortiz, en dos ocasiones. Sin embargo, la segunda amonestación a Sunny privó al Poli de su mejor dique de contención ante los ataques locales. A la expulsión del internacional sub 21 le siguieron, sin solución de continuidad, los dos goles de Míchel que dieron la vuelta al partido.
Primero, con un testarazo ganándole el primer palo a López Ramos tras un excelente centro de Crusat desde la izquierda; y después, al aprovechar a puerta vacía un rechace después de un mal despeje de Kike y un remate pifiado de Corona. La pegada del ariete local había terminado con el encuentro en dos minutos ya que el Poli, por detrás en el marcador y en inferioridad numérica, carecía de argumentos para irse a por la igualada.
En plena fiesta local, con todo el estadio de los Juegos Mediterráneos haciendo la ola, Corona marcaba el tercer gol para el Almería que hace que la consumación del ascenso se haya convertido en una mera cuestión de tiempo.
Pese al dominio local, al filo de la media hora llegó el tanto visitante, a la salida de un córner muy protestado porque la afición consideró que en la acción anterior había habido un codazo de Ortiz a Mané. Sea como fuere, Pedro Vega sacó desde el rincón derecho y Tena remató, de forma inapelable, en el primer poste.
El tanto noqueó por unos instantes al Almería, que estuvo a punto de encajar el 0-2 en un contragolpe de Pedro Vega pero enseguida reaccionaron los de Emery con una colada de Crusat por la izquierda, cuyo pase de la muerte no envió a gol José Ortiz porque el defensa López Ramos salvó en la línea.
Los primeros quince minutos de la segunda mitad fueron un asedio del Almería sobre la meta de Kike, en estado de gracia para evitar el empate en sucesivos remates de Kalu Uche, Míchel y Ortiz, en dos ocasiones. Sin embargo, la segunda amonestación a Sunny privó al Poli de su mejor dique de contención ante los ataques locales. A la expulsión del internacional sub 21 le siguieron, sin solución de continuidad, los dos goles de Míchel que dieron la vuelta al partido.
Primero, con un testarazo ganándole el primer palo a López Ramos tras un excelente centro de Crusat desde la izquierda; y después, al aprovechar a puerta vacía un rechace después de un mal despeje de Kike y un remate pifiado de Corona. La pegada del ariete local había terminado con el encuentro en dos minutos ya que el Poli, por detrás en el marcador y en inferioridad numérica, carecía de argumentos para irse a por la igualada.
En plena fiesta local, con todo el estadio de los Juegos Mediterráneos haciendo la ola, Corona marcaba el tercer gol para el Almería que hace que la consumación del ascenso se haya convertido en una mera cuestión de tiempo.