gianluigimarco
11th November 2007, 14:50
Capello reflexiona sobre las características que debe reunir un técnico para entrenar a un equipo ‘grande’.
Banquillos importantes.
Lo primero que quiero hacer hoy es despedirme de uno de mis grandes maestros: Nils Liedholm. Y ahora vamos a hablar de fútbol.
Muy a menudo se lee, se oye o se dice: éste o aquel entrenador no puede entrenar a un equipo grande. ¿Por qué? ¿Cuáles son las dificultades? ¿El trato con los jugadores de primer nivel? ¿El sistema de juego? ¿La prensa? ¿El presidente? Os contaré mi propia historia.
El presidente Berlusconi me llamó para sustituir precisamente a Liedholm. El primer partido se jugaba en San Siro y era un Milan-Torino. Ganábamos 1-0. A los 20 minutos del segundo tiempo, cambié un punta por otro punta. Al que acababa de entrar le había pedido que hiciera cierto tipo de juego, ciertos movimientos pues lo estábamos pasando francamente mal. A los 10 minutos de su entrada en el campo vi que no estaba haciendo lo que le había pedido y por eso le sustituí ¡Virgen Santa! Los espectadores se quedaron atónitos. Los periodistas en la tribuna de prensa comentaron: “¡¡Capello se ha vuelto loco!!”.
¿Por qué cuento este episodio? Para entrenar a un gran equipo hace falta personalidad. No hay que tener miedo a tomar decisiones difíciles. A veces incluso impopulares. Sobrellevar la presión de la prensa en lo bueno y en lo malo. Consultar y analizar en detalle las cosas con los propios colaboradores. Escuchar a todos. Fisioterapeutas, médicos, preparadores físicos y en general todos aquellos que trabajan en contacto con el equipo. Sólo entonces uno es capaz de conocer el clima del vestuario. No hay que olvidar que un entrenador se enfrenta todos los días con alrededor de 40 personas que tienen tareas distintas. Los 25 jugadores de la plantilla te juzgan en todo momento. Por eso uno se examina todos los días. Te evalúan técnicamente, observan cómo reaccionas después de las victorias y de las derrotas. En las dificultades tienes que demostrar que tienes las ideas claras, que tienes personalidad y que puedes encontrar el camino para salir de ellas. Saber tratar de la misma forma tanto a las estrellas como a los otros jugadores.
Ocurre que muchas veces no tiene el apoyo de la sociedad o, como se suele decir en España, “te mueven la alfombra” debajo de los pies. En este caso, sólo si has logrado reforzar el vestuario, se pueden conseguir buenos resultados. Por supuesto, la suerte tampoco sobra ni viene mal en estas circunstancias.
“Y ahora vamos a hablar de fútbol”. Amigo Fabio, lo que juegan tus equipos no es fútbol.
“¡¡Capello se ha vuelto loco!!”. ¿Acaso es mentira?
“No hay que tener miedo a tomar decisiones difíciles.” Como la de dejar a Raúl en el banquillo cuando con él en el campo el Madrid jugaba con 10, ¿verdad amigo Fabio?
“Sobrellevar la presión de la prensa en lo bueno y en lo malo.” Sin comentarios.[IMG:256:200:cb1ce82772]http://www.mundoimg.com/imagenes/firmas-foros/65907_mundoimg__capello140107.jpg[/img:cb1ce82772] (http://www.mundoimg.com)
“..tienes las ideas claras, que tienes personalidad…” Como cuando dejaste a Beckham en el palco, provocando su no renovación, y tras las peticiones de Pedja y Don Ramón, además de todos los comensales los domingos en el Txistu, decidiste que por arte de magia volvía a ser jugador apto para el Real Madrid.
“Saber tratar de la misma forma tanto a las estrellas como a los otros jugadores.” Ahí te doy la razón a medias, amigo Fabio, ya que en tu equipo para tí no había estrellas, la estrella eras tú.
“…como se suele decir en España, “te mueven la alfombra” debajo de los pies.” ¿Eso se dice en España?
“…la suerte tampoco sobra ni viene mal en estas circunstancias.” Desde luego que no, a ti te lo van a decir, ¿eh, amigo Fabio?
Con esto lo que quiero decir, es que o Capello cambia más de opinión que Vieri de equipo, o ese artículo lo escribe un periodista sin dignidad al que no le importa que su artículo lo firme Capello, que es utilizado por Marca como reclamo para los lectores.
Banquillos importantes.
Lo primero que quiero hacer hoy es despedirme de uno de mis grandes maestros: Nils Liedholm. Y ahora vamos a hablar de fútbol.
Muy a menudo se lee, se oye o se dice: éste o aquel entrenador no puede entrenar a un equipo grande. ¿Por qué? ¿Cuáles son las dificultades? ¿El trato con los jugadores de primer nivel? ¿El sistema de juego? ¿La prensa? ¿El presidente? Os contaré mi propia historia.
El presidente Berlusconi me llamó para sustituir precisamente a Liedholm. El primer partido se jugaba en San Siro y era un Milan-Torino. Ganábamos 1-0. A los 20 minutos del segundo tiempo, cambié un punta por otro punta. Al que acababa de entrar le había pedido que hiciera cierto tipo de juego, ciertos movimientos pues lo estábamos pasando francamente mal. A los 10 minutos de su entrada en el campo vi que no estaba haciendo lo que le había pedido y por eso le sustituí ¡Virgen Santa! Los espectadores se quedaron atónitos. Los periodistas en la tribuna de prensa comentaron: “¡¡Capello se ha vuelto loco!!”.
¿Por qué cuento este episodio? Para entrenar a un gran equipo hace falta personalidad. No hay que tener miedo a tomar decisiones difíciles. A veces incluso impopulares. Sobrellevar la presión de la prensa en lo bueno y en lo malo. Consultar y analizar en detalle las cosas con los propios colaboradores. Escuchar a todos. Fisioterapeutas, médicos, preparadores físicos y en general todos aquellos que trabajan en contacto con el equipo. Sólo entonces uno es capaz de conocer el clima del vestuario. No hay que olvidar que un entrenador se enfrenta todos los días con alrededor de 40 personas que tienen tareas distintas. Los 25 jugadores de la plantilla te juzgan en todo momento. Por eso uno se examina todos los días. Te evalúan técnicamente, observan cómo reaccionas después de las victorias y de las derrotas. En las dificultades tienes que demostrar que tienes las ideas claras, que tienes personalidad y que puedes encontrar el camino para salir de ellas. Saber tratar de la misma forma tanto a las estrellas como a los otros jugadores.
Ocurre que muchas veces no tiene el apoyo de la sociedad o, como se suele decir en España, “te mueven la alfombra” debajo de los pies. En este caso, sólo si has logrado reforzar el vestuario, se pueden conseguir buenos resultados. Por supuesto, la suerte tampoco sobra ni viene mal en estas circunstancias.
“Y ahora vamos a hablar de fútbol”. Amigo Fabio, lo que juegan tus equipos no es fútbol.
“¡¡Capello se ha vuelto loco!!”. ¿Acaso es mentira?
“No hay que tener miedo a tomar decisiones difíciles.” Como la de dejar a Raúl en el banquillo cuando con él en el campo el Madrid jugaba con 10, ¿verdad amigo Fabio?
“Sobrellevar la presión de la prensa en lo bueno y en lo malo.” Sin comentarios.[IMG:256:200:cb1ce82772]http://www.mundoimg.com/imagenes/firmas-foros/65907_mundoimg__capello140107.jpg[/img:cb1ce82772] (http://www.mundoimg.com)
“..tienes las ideas claras, que tienes personalidad…” Como cuando dejaste a Beckham en el palco, provocando su no renovación, y tras las peticiones de Pedja y Don Ramón, además de todos los comensales los domingos en el Txistu, decidiste que por arte de magia volvía a ser jugador apto para el Real Madrid.
“Saber tratar de la misma forma tanto a las estrellas como a los otros jugadores.” Ahí te doy la razón a medias, amigo Fabio, ya que en tu equipo para tí no había estrellas, la estrella eras tú.
“…como se suele decir en España, “te mueven la alfombra” debajo de los pies.” ¿Eso se dice en España?
“…la suerte tampoco sobra ni viene mal en estas circunstancias.” Desde luego que no, a ti te lo van a decir, ¿eh, amigo Fabio?
Con esto lo que quiero decir, es que o Capello cambia más de opinión que Vieri de equipo, o ese artículo lo escribe un periodista sin dignidad al que no le importa que su artículo lo firme Capello, que es utilizado por Marca como reclamo para los lectores.