yannick noah
Banned
Balón de oro

Si me pides que describa al amor, puedo hacerlo, pero lo más seguro es que erraré en la descripción al definirlo, porque todos los seres humanos tenemos un concepto muy distinto de lo que es el amor y lo que implica y genera en nuestra existencia. Otros sentimientos como la ira, la tristeza y la desesperación son mucho más fáciles de sintetizar y de describir. Pero: ¿Por qué? Todos esos sentimientos son tan primigenios como el amor mismo y sin embargo, dos personas que aseguren haber experimentado amor en sus vidas podrán encontrar gran diversidad en la forma en la que percibieron ese sentimiento y quizá no atinen siquiera a decir con seguridad, si fue amor o no lo que vivieron.

El amor guarda similitud con dos agentes ajenos: el dolor y la música. Con el dolor se asemeja en cuanto a la magnitud de la sensación que generan en el sujeto que lo experimenta. Mientras una mujer es capaz de soportar los dolores infringidos por el parto, quizá se convierta en un mar de lágrimas cuando una hoja de papel rasgue un centímetro de la piel de su dedo índice.

Por otro lado, mientras un hombre aguanta una jornada completa de trabajo y termina con las palmas de las manos sangrantes, quizá moriría al instante de experimentar un segundo del dolor que produce parir. Ese mismo hombre y esa misma mujer verán influenciadas sus vidas de manera distinta por el amor y la magnitud del impacto que este generará en sus vidas. El hombre conmovido por el amor que nació en él cuando contrajo matrimonio, basará su vida en ese sentimiento, perseverando en una vida compartida con la persona a la que considera el amor de su vida y la mujer, segura de que el amor nunca se manifestó en ella, dedicará su vida a su verdadera pasión; su trabajo, al cual ella asegura, ama.

Con la música el amor se asemeja en el momento en que quizá nadie sea capaz de definir a uno u otro. Inclusive un musicólogo tendrá dificultad para acertar con una definición universalmente aceptada. Nadie sabe a ciencia cierta qué es el amor o qué es la música, aseveración sospechosamente aparejada con la necesidad biológica e intrínseca que persiste en el ser humano de experimentar ambas cosas y por las sensaciones adictivas, exuberantes, caleidoscópicas y casi palpables pero al mismo tiempo virtuales, que los acompañan.

A final de cuentas todo ser humano al final de su vida se verá afectado por el amor y por la música, unos seremos afortunados al ver marcadas nuestras vidas y estructurados nuestros parámetros a través de ambas cosas y otros minimizarán el efecto que estos infringieron en el rumbo de su existencia. Lo que sería imposible es encontrar a una persona estoica a la sensación de un beso o una caricia e indiferente a las notas interpretadas en un himno o la asertividad de la letra de una canción profunda. No existe poder capaz de generar insensibilidad ante el éxtasis de la música o el enervante del amor.

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hola amigo, ayudame