un indigente compartió sus últimos años de vida con una perrita que le hizo compañía. Tras serle diagnosticado un cáncer en fase terminal perdió el contacto con ella porque, por norma general, los animales no pueden entrar en los centros sanitarios.Los largos periodos que estuvo en el hospital le impidieron cuidar de su fiel amiga
la perrita reconoció al indigente desde el primer momento y mostró muchísima alegría cuando le vio. el indigente vivió el momento con intensa emoción y disfrutó de su compañía hasta que cerró los ojos para siempre