El Barça, un club que reprensenta a una nacion

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Estelades y Barça, expresión democrática

La errónea y malintencionada decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid (insólita delegación) por parte de su delegada, Concepción Dancausa, al prohibir la entrada al estadio durante la final de la Copa del Rey portando Estelades, ha vuelto a poner de manifiesto el caos democrático del gobierno central sobre todo lo que gestiona. La política es justamente lo contrario de lo que se hace desde Madrid. Rechazar, denigrar y someter a todo lo que no se identifique con su ideario. Ahora con la estelada y la excusa de un partido de futbol en la capital. Donde el presidente de La Liga Profesional, Javier Tebas, ha afirmado que "Las 'estelades' son símbolos que defienden la destrucción de España”.

Solo hace unas semanas la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo desestimó el recurso interpuesto en junio del pasado año por Convergencia contra el acuerdo de la Junta Electoral Central de 20 de mayo de 2015, previo a las últimas elecciones municipales, que prohibió el uso de la estelada en espacios y edificios públicos de las cuatro provincias catalanas durante la campaña electoral por “simbolizar las aspiraciones de una parte de la sociedad catalana”. Confundir banderas con siglas políticas es una más.

Pero es que con motivo de la proclamación de Felipe VI y su posterior desfile por Madrid, la Dirección General de la Policía recibió el aval de la Abogacía del Estado para impedir el acceso con banderas y símbolos republicanos al recorrido citando la ley orgánica sobre Protección de la Seguridad Ciudadana y alegando que la exhibición de estas banderas podría derivar en un problema de seguridad y orden público. En el siglo XXI se siguen manejando consignas de otras épocas, ordenes que en este caso se demandan sin miramientos por creer que aún estamos en el pasado. Y ante la afrenta de coincidir con varios factores en Madrid como Barça, Estelades, y catalanes hacen actuar a esas ideologías de manera transgresora. Todo se hace en nombre de España, y lo peor es que se creen en posesión de la verdad. !Qué difícil lo ponen para no ser Independentista!
Hablan de no politizar el deporte, pero ya de por sí una competición que lleva el nombre del jefe del Estado -sin recordar ahora como ha llegado ahí- está sujeta a política. Que digan que hay que preservar el orden público y que la Estelada puede molestar a quien no comparta la simbología que pueda connotar, pero no se postulen con las banderas españolas con el Águila de San Juan (preconstitucionales y algo más), dejan claro el nivel de democracia que defienden. Banderas habituales en los partidos de los equipos de Madrid y visibles en los de la selección española de futbol, donde nadie habla que se concite a la intolerancia. Hay que recordar que en el caso de las estelades en el final de la Copa del Rey, la Delegación del Gobierno en Madrid alega el artículo 2.1 de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.

Qué decir de las banderas de España con el Toro en vez del escudo, que también podrían resultar molestas para según que sensibilidades y nadie pone el grito en el cielo. Al final tema resuelto por el juez a última hora, aunque el tiro les ha salido por la culata, pues hacía tiempo que no se percibía tanto consenso por parte de los unionistas en favor de las estelades. Otra metedura de pata desde Madrid, por la forma de ver 'su España', y van muchas. Además de un incremento en la difusión y el reconocimiento mundial a la causa soberanista. A buen seguro será una gran fiesta de expresión democrática, un buen partido de futbol y Força…

J L Herrera Vega

http://in.directe.cat.prx2.unblocksi...on-democratica

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Viure del conflicte

«La mentalitat que ha empès la delegació del govern espanyol a Madrid a voler prohibir les estelades continua ben viva»

Manel Lucas | 21/05/2016 a les 00:02h





La prohibició de les estelades a la Copa del Rei ha quedat en no-res, però només des del punt de vista legal. En realitat, la mentalitat que ha empès la delegació del govern espanyol a Madrid a voler-les impedir continua ben viva, i l’animositat que ha despertat en contra tampoc no s’ha rebaixat. Un jutge va raonar ahir –i raonar és el verb adequat, crec- que les estelades no inciten a la violència, i per una vegada la separació de poders ha donat senyals de vida. Però, en realitat, res no ens impedeix pensar que la setmana que ve puguem tenir un altre exemple d’un concepte de la política que estima, pel damunt de tot, el conflicte.

Ahir, un jutge va exercir independentment, i és per felicitar-se’n. Però tristament és una mena d’oasi en un mar de decisions polititzades per part de magistrats del rang més alt. Fa molt de temps que les decisions del Tribunal Constitucional s’inspiren, aparentment, en el programa d’un partit polític, i no tant en la textualitat d’una norma que, d’acord, ha quedat desfasada, però que es va redactar, en molts terrenys, amb una gran ambigüitat, i que permet altres lectures que no la que fan els actuals responsables del tribunal. La sensació, un cop més, és que hi ha grups polítics que, en els temps actuals, s’afermen i es justifiquen a la contra, i que només busquen la supervivència en la recerca de l’enemic exterior.

La polseguera que ha aixecat la visita d’Otegi a Catalunya respon al mateix patró. Un cop el dirigent abertzale ha renunciat explícitament a la violència, i alguns dels seus companys ocupen llocs rellevants a les institucions basques, fa tota la impressió que alguns comencen a sentir nostàlgia d’aquells temps del plom i el segrest, en què resultava tan fàcil dividir entre bons i dolents. Tinc la impressió que per a molts, va ser una autèntica alegria poder treure de les golfes tota aquella retòrica del passat, i reproduir arguments banals i tòpics, a falta de propostes de debò per fer front a una evolució de la societat i a una situació política que els incomoda i els treu de polleguera.

http://www.naciodigital.cat/opinio/1...iure/conflicte

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Vivir del conflicto

«La mentalidad que ha empujado la delegación del Gobierno en Madrid a querer prohibir las estrelladas sigue viva»

Manel Lucas | 05/21/2016 a las 00: 02h

La prohibición de las estrelladas en la Copa del Rey ha quedado en nada, pero sólo desde el punto de vista legal. En realidad, la mentalidad que ha empujado la delegación del Gobierno en Madrid a quererlas impedir continúa viva, y la animosidad que ha despertado en contra tampoco se ha rebajado. Un juez razonó ayer -y razonar es el verbo adecuado, creo- que las estrelladas no incitan a la violencia, y por una vez la separación de poderes ha dado señales de vida. Pero, en realidad, nada nos impide pensar que la próxima semana podamos tener otro ejemplo de un concepto de la política que ama, por encima de todo, el conflicto.

Ayer, un juez ejerció independientemente, y es para felicitar cuenta. Pero tristemente es una especie de oasis en un mar de decisiones politizadas por parte de magistrados del rango más alto. Hace mucho tiempo que las decisiones del Tribunal Constitucional se inspiran, aparentemente, en el programa de un partido político, y no tanto en la textualidad de una norma que, de acuerdo, ha quedado desfasada, pero que se redactó , en muchos terrenos, con una gran ambigüedad, y que permite otras lecturas que no la que hacen los actuales responsables del tribunal. La sensación, una vez más, es que hay grupos políticos que, en los tiempos actuales, se afianzan y se justifican a la contra, y que sólo buscan la supervivencia en la búsqueda del enemigo exterior.

La polvareda que ha levantado la visita de Otegi en Cataluña responde al mismo patrón. Una vez el dirigente abertzale ha renunciado explícitamente a la violencia, y algunos de sus compañeros ocupan puestos relevantes en las instituciones vascas, da toda la impresión de que algunos empiezan a sentir nostalgia de aquellos tiempos del plomo y el secuestro, en la que resultaba tan fácil dividir entre buenos y malos. Tengo la impresión de que para muchos, fue una auténtica alegría poder sacar del desván toda aquella retórica del pasado, y reproducir argumentos banales y tópicos, a falta de propuestas de verdad para hacer frente a una evolución de la sociedad ya una situación política que les incomoda y los saca de quicio.

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El mètode estruç

«Basant-se en l'obsolet concepte que si no surts per la tele, no existeixes, Mediaset va oferir una realització televisiva infame, falsa i políticament manipulada»

Laura Pinyol | 24/05/2016 a les 00:01h




Com si no n'hi hagués hagut prou amb el debat sobre el dret a la llibertat d'expressió, tant en voga des que la delegada del govern espanyol a Madrid, Concepción Dancausa, va prohibir l'entrada de les estelades al Vicente Calderón, diumenge anit vam viure una realització televisiva digne dels noticiaris del NoDo, si no fos perquè els colors de l'afició sevillista són més rojos que grisos.

Basant-se en l'obsolet concepte que si no surts per la tele, no existeixes, Mediaset va oferir una realització televisiva infame, falsa i políticament manipulada. Després de tants dies de justificar-se que el futbol no és política –no, clar- van i ofereixen una visió del partit anul·lant les graderies dels aficionats del Barça plenes d'estelades durant tot el partit. Els plans curts dels aficionats que hi sortien, eren tan curts que costava identificar fins quina samarreta lluïen. Se'n pot fer mofa, però no és per riure. Aquest tarannà tan autoritari que l'Estat espanyol mostra sense reserves no fa riure gens.

Perquè després de l'intent, revocat per un jutge, d'impedir les estelades, la narrativa del partit de diumenge deixava al descobert coses que passaven a l'estadi i que, al negar-les, faltaven a la veritat: els xiulets durant l'himne, dissimulats per una escalada de decibels i l'omissió de les imatges de la grada; i les estelades al vent i els crits incessants durant tot el partit que, pràcticament, no es van veure. Com si d'aficionats, només n'hi haguessin del Sevilla, com si tots els assistents fossin patriotes espanyols, com si celebrar la competició a glòria i honor del rei, no fos una circumstància política.

Un seguit de decisions preses deliberadament com si amagar el cap sota l'ala, o en un sorral, així tipus mètode estruç, de cop i volta ignorés la pugna de confrontació política que, de fa uns quants anys, mostren els aficionats catalans també en camps de futbol. Com si això de l'estelada, l'auge de la independència i el conflicte polític entre Catalunya i Espanya fos un detall que pogués esbandir-se amb una realització televisiva: si no surten a la tele, no hi ha problema. I això, en temps de Twitter. I això, quan l'endemà La Razón titula en portada que "España ahoga los pitidos al Rey" amb una foto dels feliços monarques somrients i agraïts i una altra d'abanderats de la rojigualda. Sort que els mitjans internacionals mai no fallen i ahir, entre tanta manipulació periodística, el Wall Street Journal destacava un aficionat amb estelada entre un mar de senyeres i banderes blaugranes com una de les fotos de la jornada.

NOTA: Mentre pensava l'article, vaig intentar buscar una imatge d'un estruç amb el cap a terra i resulta que és mitologia popular. Però el que sí que és cert és que quan se senten amenaçats, piquen i etziben coces a tort i a dret. I resulta que els ous d'estruç són els més grossos d'entre tots els ous. Quins ous! Els d'estruç; no els de les institucions espanyoles.



http://www.naciodigital.cat/opinio/13214/metode/estruc

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El método avestruz

«Basándose en el obsoleto concepto de que si no sales por la tele, no existes, Mediaset ofreció una realización televisiva infame, falsa y políticamente manipulada»

Laura Pinyol | 05/24/2016 a las 00: 01h

Como si no hubiera bastado con el debate sobre el derecho a la libertad de expresión, tanto en boga desde que la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, prohibió la entrada de las estrelladas en el Vicente Calderón, Domingo anoche vivimos una realización televisiva digno de los noticiarios del nODO, si no fuera porque los colores de la afición sevillista son más rojos que grises.

Basándose en el obsoleto concepto de que si no sales por la tele, no existes, Mediaset ofreció una realización televisiva infame, falsa y políticamente manipulada. Después de tantos días de justificarse que el fútbol no es política -no, claro- van y ofrecen una visión del partido anulando las gradas de los aficionados del Barça llenas de estrelladas durante todo el partido. Los planos cortos de los aficionados que salían, eran tan cortos que costaba identificar hasta qué camiseta lucían. Se puede hacer mofa, pero no es para reír. Este talante tan autoritario que España muestra sin reservas no hace reír nada.

Porque después del intento, revocado por un juez, de impedir las estrelladas, la narrativa del partido del domingo dejaba al descubierto cosas que pasaban en el estadio y que, al negarlas, faltaban a la verdad: los silbidos durante el himno, disimulados por una escalada de decibelios y la omisión de las imágenes de la grada; y las estrelladas al viento y los gritos incesantes durante todo el partido que, prácticamente, no se vieron. Como si de aficionados, sólo hubieran del Sevilla, como si todos los asistentes fueran patriotas españoles, como si celebrar la competición en gloria y honor del rey, no fuera una circunstancia política.

Una serie de decisiones tomadas deliberadamente como si esconder la cabeza bajo el ala, o en un arenal, así tipo método avestruz, de repente ignorara la pugna de confrontación política que, hace algunos años, muestran los aficionados catalanes también en campos de fútbol. Como si esto de la estelada, el auge de la independencia y el conflicto político entre Cataluña y España fuera un detalle que pudiera enjuagarse con una realización televisiva: si no salen en la tele, no hay problema. Y eso, en tiempos de Twitter. Y eso, cuando al día siguiente La Razón titula en portada que "España ahoga los pitidos al Rey" con una foto de los felices monarcas sonrientes y agradecidos y otra de abanderados de la rojigualda. Suerte que los medios internacionales nunca fallan y ayer, entre tanta manipulación periodística, el Wall Street Journal destacaba un aficionado con estrellada entre un mar de banderas y banderas azulgranas como una de las fotos de la jornada.

NOTA: Mientras pensaba del artículo, intenté buscar una imagen de un avestruz con la cabeza en el suelo y resulta que es mitología popular. Pero lo que sí es cierto es que cuando se sienten amenazados, pican y espetan coces a diestro y siniestro a derecho. Y resulta que los huevos de avestruz son los más grandes de entre todos los huevos. Qué huevos! Los de avestruz; no los de las instituciones españolas.

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Les banderes del no-nacionalisme

«El nacionalisme espanyol és una ideologia tan partidista com el trosksisme, l'animalisme, l'ecologisme, l'aznarisme, el patriarcalisme o el progressissme de pa sucat amb oli»

Francesc Puigpelat | 26/05/2016 a les 00:02h





La fiscal general de l'Estat, Consuelo Madrigal va fer unes generoses declaracions ahir dient que no creia que les estelades incitin a l'odi o a la discriminació. Immediatament, va afegir amb posat perdonavides que el problema de les estelades és que són “ensenyes partidistes”. Suposo que es utilitzava l’expressió per oposar-les a les banderes espanyoles que, segons els curiosíssims punts de vista que prevalen a Madrid, no són partidistes i, a més, tenen la característica peculiar de ser (valgui el solecisme) banderes “no-nacionalistes”.

Tot plegat és coherent amb les essències del nacionalisme espanyol, que intenta mostrar-se a sí mateix com a una cosa incolora, inodora i insípida, que no fa sinó adherir-se a un text legal, la Constitució del 1978, que és ideològicament neutre. Qualsevol lector de la Constitució, però, s’adona de la falòrnia. La primera frase del Preámbul de l’esmentat text diu, literalment: “La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de, etc”.

Així, doncs, el nacionalisme essencialista i decimonònic, del gènere més arnat està inserit a la Constitució del 1978 des de seva la primera línia. I amb falta d’ortografia inclosa: m’agradaria saber què impedeix als senyors de la RAE, tan torracollons en altres coses, a mostrar la seva indignació davant del fet, absolutament escandalós, que un nom comú, “nació” s’escrigui en majúscula. És el seu no-nacionalisme, potser?

La bandera espanyola és tan neutra i no partidista que ja la trobem explicada a l’article 4 de la Constitució. “La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas”. Una bandera que, és clar és el símbol de la Nación (en majúscula, clar) que apareix al principi. Aquesta bandera no és ideològicament neutra avui, ni ho va ser mai. És interessant recordar que va ser objecte d’aferrissades lluites entre liberals (que la volien) i conservadors (que n’abominaven), fins que va ser adoptada oficialment en un Reial Decret de 13 de octubre del 1843, sancionat per la reina Isabel II.

Aquesta bandera, que de mil·lenària no en té res, per més que s’exclami Felip VI, és un símbol del nacionalisme espanyol . I el nacionalisme espanyol és una ideologia tan partidista com el trosksisme, l'animalisme, l'ecologisme, l'aznarisme, el patriarcalisme o el progressissme de pa sucat amb oli. Ningú no està obligat a compartir ni una ideologia ni la seva bandera. Això que la rojigualda és “la bandera de todos”, com La Roja és “lo que nos une” no és veritat. Almenys, en el meu cas i en el d’almenys dos milions de catalans.

http://www.naciodigital.cat/opinio/1...o-nacionalisme

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Las banderas del no-nacionalismo

«El nacionalismo español es una ideología tan partidista como el trosksisme, el animalismo, el ecologismo, el aznarismo, el patriarcalismo o el progressissme de medio pelo»

Francesc Puigpelat | 05/26/2016 a las 00: 02h

La fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal hizo unas generosas declaraciones ayer diciendo que no creía que las estrelladas inciten al odio o la discriminación. Inmediatamente, añadió con puesto matón que el problema de las estrelladas es que son "enseñas partidistas". Supongo que se utilizaba la expresión para oponerse a las banderas españolas que, según los curiosísimos puntos de vista que prevalecen en Madrid, no son partidistas y, además, tienen la característica peculiar de ser (valga el solecismo) banderas "no -nacionalistas ".

Todo ello es coherente con las esencias del nacionalismo español, que intenta mostrarse a sí mismo como algo incolora, inodora e insípida, que no hace sino adherirse a un texto legal, la Constitución de 1978, que es ideológicamente neutro . Cualquier lector de la Constitución, sin embargo, se da cuenta de la patraña. La primera frase del Preámbulo de dicho texto dice literalmente: "La Nación española, Deseando establecia la justicia, la libertad y la seguridad y promoviendo el bien de cuantos la integran, en uso de super soberanía, proclama sume voluntad de, etc. ".

Así, pues, el nacionalismo esencialista y decimonónico, del género más apolillado está inserto en la Constitución de 1978 desde su primera línea. Y con falta de ortografía incluida: me gustaría saber qué impide a los señores de la RAE, tan gilipollas en otras cosas, a mostrar su indignación ante el hecho, absolutamente escandaloso, que un nombre común, "nación" se escriba en mayúscula. Es su no-nacionalismo, tal vez?

La bandera española es tan neutra y no partidista que ya la encontramos explicada en el artículo 4 de la Constitución. "La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siéndo la amarilla de doble Anchura que cada una de las rojas". Una bandera que, claro es el símbolo de la Nación (en mayúscula, claro) que aparece al principio. Esta bandera no es ideológicamente neutra hoy, ni lo fue nunca. Es interesante recordar que fue objeto de enconadas luchas entre liberales (que querían) y conservadores (que abominan), hasta que fue adoptada oficialmente en un Real Decreto de 13 de octubre de 1843, sancionado por la reina Isabel II .

Esta bandera, que de milenaria no tiene nada, por más que se exclama Felipe VI, es un símbolo del nacionalismo español. Y el nacionalismo español es una ideología tan partidista como el trosksisme, el animalismo, el ecologismo, el aznarismo, el patriarcalismo o el progressissme de medio pelo. Nadie está obligado a compartir ni una ideología ni su bandera. Eso que la rojigualda es "la bandera de todos", como La Roja es "lo que nos une" no es verdad. Al menos, en mi caso y en el de al menos dos millones de catalanes.

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Esta es la libertad de expresion de vuestra gentuza...
que nadie lo olvide.




y tu sigue con tus articulos de mierda como si alguien los leyera...

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Això no té solució


"Tot el que aquest rei toca està polititzat amb la pitjor de les polititzacions: la d'una dictadura que encara no ha demanat perdó pels seus crims, començant pel de Lluís Companys"

per Ramón Cotarelo 24 de Maig 2016 a les 19.00 h



L'episodi de la prohibició de l'estelada a la final de la Copa del Rei té dues interpretacions: l'anecdòtica i l'estructural. L'anecdòtica està ja esgotada. El ridícul de la falangista delegada del govern espanyol a Madrid ha estat èpic, imperial.

Anem a la interpretació estructural. Que la delegada del govern espanyol a Madrid sigui una franquista, filla d'un falangista patró de la Fundació Francisco Franco evidencia un cop més que tot el personal polític de la dictadura segueix actiu, a través del PP. Aquest no és un partit de centre dreta, sinó d'extrema dreta, així com una presumpta associació de delinqüents, avui comminada per la justícia a pagar una fiança sota pena d'embargament. Els franquistes segueixen en tots els llocs de l'administració pública, al govern, als tribunals, a la policia, a les ambaixades, al Tribunal Constitucional, al Consell d'Estat, a l'Església catòlica. Només cal escoltar bisbes com Cañizares.

L'Estat espanyol s'ha democratitzat formalment, però estructuralment segueix sent franquista, els seus administradors són franquistes i els seus publicistes i intel·lectuals als mitjans de comunicació, franquistes de diferents obediències: monàrquics, falangistes, opusdeistes, militaristes i simples lladres. Hi ha hagut uns lapses en què s'han tolerat administracions socialdemòcrates, sempre que aquestes no passessin de canvis cosmètics i superestructurals i no s'atrevissin a tocar les arrels del poder de l'oligarquia franquista.

En conseqüència, a Espanya tot està polititzat al servei i per imperatiu del franquisme. Quan els publicistes franquistes diuen que "no es polititzi la Copa del Rei" oculten que aquesta copa es deia abans "del Generalísimo", i que aquest generalíssim va posar al tro despòtica i arbitràriament al pare de l'actual rei. En conseqüència, aquest deu el seu lloc a un dictador. Per tant, tot el que aquest rei toca o el que li afecti està polititzat i amb la pitjor de les polititzacions: la d'una dictadura que encara no ha respost ni demanat perdó pels seus crims, començant per l'assassinat de Lluís Companys.

Ningú ha dimitit pel ridícul vergonyós de la falangista Dancausa. Els franquistes no dimiteixen perquè en la seva mentalitat els polítics no estan al servei del poble, ni tenen per què rendir-li comptes, ni són responsables davant d'una opinió pública. Són com els camaleons: canvien de color segons l'aparença del règim de torn; s'adapten a les formes de la democràcia, però les corrompen i destrueixen des del seu interior. Es presenten a les eleccions, però les compren mitjançant la corrupció. Parlen de l'opinió pública, però la censuren i només toleren els seus gabinets d'agitació i propaganda, amb esbirros a sou. Ocupen els càrrecs de l'administració pública, però només per espoliar l'erari. Mai dimiteixen perquè, com el cabdill antany i l'actual de la Moncloa, només són responsables davant Déu i la història.

Es dirà que aquest quadre ignora que a Espanya hi ha eleccions democràtiques periòdiques i que la majoria pot canviar aquesta situació que, així, deixaria de ser estructural. Això ignora que el personal franquista, el franquisme sociològic, els hereus biològics i ideològics del franquisme així com els seus beneficiats, segueixen sent majoria en els sondejos; majoria relativa, però majoria.

Encara que la majoria canviés de bàndol alguna vegada, està clar que un país no pot viure en la incertesa de si unes noves eleccions no tornaran a portar una majoria de franquistes, contrària als principis democràtics més elementals, composta per censors, autoritaris, provocadors i repressors. Una democràcia en la qual no totes les alternatives possibles (i probables) siguin escrupolosament democràtiques, encara que de signes ideològics diferents, serà una democràcia malalta, com li va passar a la República de Weimar.

I hi ha més, en el cas dels catalans, una minoria al seu torn estructural a l'Estat espanyol, la probabilitat que, sigui quina sigui la majoria que guanyi a Espanya, serà més o menys anticatalana. I no és una probabilitat; és una certesa. Els catalans no poden aspirar a blindar una situació real, efectiva i justa d'autogovern dins l'Estat espanyol perquè, com els espanyols, estan sotmesos a l'atzar de les canviants majories entre franquistes i no franquistes però amb conseqüències molt més desastroses per a ells.

Això només poden aconseguir-ho amb un Estat propi, cosa que ja ningú discuteix. El que es discuteix és com i quan.

http://www.mon.cat.prx2.unblocksites...cio_164288.php

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Esto no tiene solución

"Todo lo que este rey toca está politizado con la peor de las polititzacions: la de una dictadura que aún no ha pedido perdón por sus crímenes, empezando por el de Lluís Companys"

por Ramón Cotarelo 24 de Mayo 2016 a las 19.00 h

El episodio de la prohibición de la estelada en la final de la Copa del Rey tiene dos interpretaciones: la anecdótica y la estructural. El anecdótica está ya agotada. El ridículo de la falangista delegada del Gobierno en Madrid ha sido épico, imperial.

Vamos a la interpretación estructural. Que la delegada del Gobierno en Madrid sea una franquista, hija de un falangista patrón de la Fundación Francisco Franco evidencia una vez más que todo el personal político de la dictadura sigue activo, a través del PP. Este no es un partido de centro derecha, sino de extrema derecha, así como una presunta asociación de delincuentes, hoy conminada por la justicia a pagar una fianza bajo pena de embargo. Los franquistas siguen en todos los puestos de la administración pública, el gobierno, los tribunales, a la policía, a las embajadas, el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, en la Iglesia católica. Sólo hay que escuchar obispos como Cañizares.

El Estado español ha democratizado formalmente, pero estructuralmente sigue siendo franquista, sus administradores son franquistas y sus publicistas e intelectuales a los medios de comunicación, franquistas de diferentes obediencias: monárquicos, falangistas, opusdeistas, militaristas y simples ladrones. Ha habido unos lapsos en que se han tolerado administraciones socialdemócratas, siempre que éstas no pasaran de cambios cosméticos y superestructurales y no se atrevieran a tocar las raíces del poder de la oligarquía franquista.

En consecuencia, en España todo está politizado al servicio y por imperativo del franquismo. Cuando los publicistas franquistas dicen que "no se politice la Copa del Rey" ocultan que esta copa se decía antes "del Generalísimo", y que este generalísimo puso al trueno despótica y arbitrariamente el padre del actual rey. En consecuencia, este debe su lugar a un dictador. Por lo tanto, todo lo que este rey toca o lo que le afecte está politizado y con la peor de las polititzacions: la de una dictadura que aún no ha respondido ni pedido perdón por sus crímenes, empezando por el asesinato de Lluís Companys.

Nadie ha dimitido por el ridículo vergonzoso de la falangista Dancausa. Los franquistas no dimiten porque en su mentalidad los políticos no están al servicio del pueblo, ni tienen por qué rendirle cuentas, ni son responsables ante una opinión pública. Son como los camaleones: cambian de color según la apariencia del régimen de turno; adaptan a las formas de la democracia, pero las corrompen y destruyen desde su interior. Se presentan a las elecciones, pero las compran mediante la corrupción. Hablan de la opinión pública, pero la censuran y sólo toleran sus gabinetes de agitación y propaganda, con esbirros a sueldo. Ocupan los cargos de la administración pública, pero sólo para expoliar el erario. Nunca dimiten porque, como el caudillo antaño y el actual de la Moncloa, sólo son responsables ante Dios y la historia.

Se dirá que este cuadro ignora que en España hay elecciones democráticas periódicas y que la mayoría puede cambiar esta situación que, así, dejaría de ser estructural. Esto ignora que el personal franquista, el franquismo sociológico, los herederos biológicos e ideológicos del franquismo así como sus beneficiados, siguen siendo mayoría en los sondeos; mayoría relativa, pero mayoría.

Aunque la mayoría cambiara de bando alguna vez, está claro que un país no puede vivir en la incertidumbre de si unas nuevas elecciones no volverán a llevar una mayoría de franquistas, contraria a los principios democráticos más elementales, compuesta por censores, autoritarios, provocadores y represores. Una democracia en la que no todas las alternativas posibles (y probables) sean escrupulosamente democráticas, aunque de signos ideológicos diferentes, será una democracia enferma, como le pasó a la República de Weimar.

Y hay más, en el caso de los catalanes, una minoría a su vez estructural en España, la probabilidad de que, sea cual sea la mayoría que gane en España, será más o menos anticatalana. Y no es una probabilidad; es una certeza. Los catalanes no pueden aspirar a blindar una situación real, efectiva y justa de autogobierno dentro del Estado español porque, como los españoles, están sometidos al azar de las cambiantes mayorías entre franquistas y no franquistas pero con consecuencias mucho más desastrosas para ellos.

Esto sólo pueden lograrlo con un Estado propio, algo que ya nadie discute. Lo que se discute es cómo y cuándo.

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Barça = Catalunya

El Barça sempre ha representat una part de Catalunya, anem a demostrar-ho...





Barça = Catalunya
El Barça sempre ha representat una part de Catalunya, anem a demostrar-ho...



Bruno Nevado De Wilde
24 Maig, 2016 - 20:10


Molta gent diu que en els últims temps, el futbol s’ha polititzat massa i cada vegada que veus un partit, sembla que estàs observant una reunió en el congrés amb una pilota pel mig. No s’allunyen massa de la realitat exceptuant un concepte, últimament? No senyors no. Des dels inicis del futbol, que aquest ha sigut un mitjà per fer reivindicacions polítiques. Bé, més que reivindicacions polítiques, actes nacionalistes que han sigut respostos d’una forma o una altre.


Si tirem enrere en el temps, podem observar fets polítics que van menjar-se al futbol i el van fer seu. Els anys on s’han produït actes són diversos i nombrosos, però el que recordi més antic va ser el de 1934 on un partit entre Itàlia i França es va convertir en una disputa política entre Mussolini i el Front Popular francès. Un altre exemple pot ser la clara influència de Franco sobre el soccer espanyol durant quasi 40 anys, quasi una vida...


Argentina, Sudàfrica, Suiza, Alemanya o Brasil són altres escenaris on s’han viscut reivindicacions polítiques al llarg de la història. Que sigui correcte o no ja és un altre tema, però per què tanta repercussió negativa? Per què nosaltres som diferents? Per què no respecten les reivindicacions?


Hi ha un gran nombre de la població que no comprèn perquè el Barça es postula a favor de l’independentisme al·legant, que el club blaugrana “també té aficionats arreu de el món”. No em vinguin amb bens negres, no em siguin tan hipòcrites. El Barça com qualsevol equip defèn el seu país, Catalunya. O em negaran les reivindicacions nacionalistes del Madrid, Bayern, Juventus, Athletic o Inter? Siusplau, per la mateixa regla de tres podríem dir que el Reial Madrid està traint als espectadors no espanyols quan fa reivindicacions nacionalistes amb banderes i himnes.


En contra de molts comentaris, el Barça no és un equip que s’acomoda segons la situació política, no. El Barça sempre ha estat donant suport a Catalunya i rebent els pals de forma paral·lela al país. El règim franquista va afectar de forma similar a ambdues parts i negar això és tenir molt poc sentit de la història. L’equip de Barcelona sempre ha estat enganxat, alegrament, amb cadenat als costums i a la història catalana.


Recordo aquella anècdota sobre una xiulada. Una xiulada al himne espanyol que va tenir molta repercussió política on la gent es va esgarrifar nomenant-ho de delit i crucificant al Barça, dient que era l’equip del dimoni i la discòrdia. Que no lluitava per la unitat. Aquesta anècdota es va desenvolupar en el any 1925, quan una estiuenca tarda, 30 000 aficionats van xiular amb força el himne d’Espanya. Una xiulada que va comportar el tancament de l’estadi de Les Corts durant sis mesos i l’exili del fundador, Gamper. Una història amb dues cares no creuen?
Actualment, si es veritat, que s’ha accentuat bastant, però no és una traïció ni una falta de respecte. És una forma de lluitar pel teu país i pels teus drets. Només faltaria que el club es negués a la realització d’aquests actes. Si ho fes, perdria bon tros de la seva història.
Per últim, a tota aquella gent que digui que el Barça és un equip espanyol, que miri la zona superior esquerra de l’escut i que reflexionin sobre el que han dit.


Bruno Nevado De Wilde


24/05/2016

http://www.weloba.cat/barca-catalunya

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Barça = Catalunya

El Barça siempre ha representado una parte de Catalunya, vamos a demostrarlo...

Bruno Nevado De Wilde

24 Mayo, 2016 - 20:10

Mucha gente dice que en los últimos tiempos, el fútbol se ha politizado demasiado y cada vez que ves un partido, parece que estás observando una reunión en el congreso con una pelota de por medio. No se alejan demasiado de la realidad exceptuando un concepto, últimamente? No señores no. Desde los inicios del fútbol, que este ha sido un medio para hacer reivindicaciones políticas. Bueno, más que reivindicaciones políticas, actos nacionalistas que han sido respondidos de una forma u otra.

Si echamos atrás en el tiempo, podemos observar hechos políticos que comerse al fútbol y lo hicieron suyo. Los años donde se han producido actos son diversos y numerosos, pero lo que recuerde más antiguo fue el de 1934 donde un partido entre Italia y Francia se convirtió en una disputa política entre Mussolini y el Frente Popular francés. Otro ejemplo puede ser la clara influencia de Franco sobre el soccer español durante casi 40 años, casi una vida ...

Argentina, Sudáfrica, Suiza, Alemania o Brasil son otros escenarios donde se han vivido reivindicaciones políticas a lo largo de la historia. Que sea correcto o no ya es otro tema, pero por qué tanta repercusión negativa? ¿Por qué nosotros somos diferentes? ¿Por qué no respetan las reivindicaciones?

Hay un gran número de la población que no comprende porque el Barça se postula a favor del independentismo alegando que el club azulgrana "también tiene aficionados en todo el mundo". No me vengan con corderos negros, no me sean tan hipócritas. El Barça como cualquier equipo defiende su país, Cataluña. O me negarán las reivindicaciones nacionalistas del Madrid, Bayern, Juventus, Athletic o Inter? Por favor, por la misma regla de tres podríamos decir que el Real Madrid está traicionando a los espectadores no españoles cuando hace reivindicaciones nacionalistas con banderas e himnos.

En contra de muchos comentarios, el Barça no es un equipo que se acomoda según la situación política, no. El Barça siempre ha estado apoyando en Cataluña y recibiendo los palos de forma paralela en el país. El régimen franquista afectó de forma similar a ambas partes y negar eso es tener muy poco sentido de la historia. El equipo de Barcelona siempre ha sido enganchado, alegremente, con candado a las costumbres y la historia catalana.

Recuerdo aquella anécdota sobre un silbido. Una pitada al himno español que tuvo mucha repercusión política donde la gente se estremeció nombrándolo de deleite y crucificando al Barça, diciendo que era el equipo del demonio y la discordia. Que no luchaba por la unidad. Esta anécdota se desarrolló en el año 1925, cuando una veraniega tarde, 30.000 aficionados silbaron con fuerza el himno de España. Un silbido que conllevó el cierre del estadio de Les Corts durante seis meses y el exilio del fundador, Gamper. Una historia con dos caras no creen?

Actualmente, si es verdad, que se ha acentuado bastante, pero no es una traición ni una falta de respeto. Es una forma de luchar por tu país y por tus derechos. Sólo faltaría que el club se negara a la realización de estos actos. Si lo hiciera, perdería mucho de su historia.

Por último, a toda aquella gente que diga que el Barça es un equipo español, que mire la zona superior izquierda del escudo y que reflexionen sobre lo que han dicho.

Bruno Nevado De Wilde

05/24/2016

[Gamper]

No puc –ni vull- oblidar

«Retirar el monument franquista de Tortosa és sobretot un acte d’amor. És el procés de pau que no vam fer quan tocava»

Mireia Boya | 27/05/2016 a les 00:02h





No sóc ni de Tortosa ni de les Terres de l’Ebre, vinc del Pirineu, de l’Aran. No em prejutgeu per això. Penso en allò que hi ha sobre l’antiga pilastra del pont de la Cinta i em venen al cap records familiars personals, històries silenciades i patiments col·lectius. D’això va la cosa, de conèixer, d’iniciar amb la retirada d’aquella vergonya monumental una reconciliació amb el passat per construir junts un futur amb les ferides tancades.

Si no sabeu de que us parlo és perquè la història en aquest país ens l’han explicat els feixistes guanyadors. Són ells els que han escrit els llibres. Són ells els que han honorat, recordat i omplert l’espai públic amb els seus noms i simbologia. Enlloc hem reconegut als perdedors, als exiliats, als assassinats, als deportats i als orfes de la Guerra civil. Ara tenim l’oportunitat de revertir un greuge històric, de tornar la memòria a aquells que van perdre la batalla, a aquells que estan enterrats als vorals dels camins, a aquells que restaren oblidats per sempre més a Pàndols i Cavalls, als que la família encara busca, a aquells que encara avui recorden les vexacions, prohibicions i escarnis durant la negra nit de la dictadura franquista.

Fem-ho, feu-ho. Per dignitat, per honor, per tancar ferides, per memòria, però sobretot per amor. Sí, retirar el monument franquista de Tortosa és sobretot un acte d’amor. És el procés de pau que no vam fer quan tocava, és el rebuig a la llei de punt final d’una transició imposada, és la reconciliació social d’un territori oblidat, que va patir, i que encara pateix, el que no està escrit.

El 25 de juliol de 1938 començà la Batalla de l’Ebre, la del vostre monument sotmès a consulta en pro d’una malentesa autonomia municipalista. Aquell dia perdura en la memòria col·lectiva de generacions, encara avui, a casa vostra i arreu dels Països Catalans. 115 dies després el govern republicà va perdre Catalunya, però també la democràcia i els valors de llibertat de la II República. Les terres del Matarranya, la Ribera d'Ebre, el Baix Ebre i la Terra Alta van amarar-se amb la sang de desenes de milers d'homes, van veure passar pels seus camins l’exili forçat de famílies senceres. Dels prop de cent mil soldats que hi van anar no en van tornar sencers ni la meitat. Si, en aquesta consulta parlem d’ells, i també de les 470.000 persones que van haver de creuar la frontera forçadament.

De fet estem parlant de mantenir en peu el monument a una batalla que ha gravat de per vida en la nostra memòria col·lectiva noms de llocs com Argelers, Gurs, Rivesaltes o Sant Cebrià, camps de refugiats associats a l’exili, el fred, la gana i el desarrelament; però la batalla de l’Ebre és també Mauthausen, Buchenwald o Ravensbrück, assassinats col·lectius, forns crematoris i la bogeria humana que va eutanasiar tot un continent. El feixisme que va aixecar el vostre monument era europeu, i va portar la mort a milers de republicans. Quan llegireu la pregunta malintencionada de la consulta penseu en les vides destrossades que representa. 30.000 morts del bàndol republicà, 6.500 del nacional. I el monument franquista de Tortosa, als 25 anys de pau, insisteixo, es va aixecar només per honorar a aquests darrers. Els altres no eren ningú.

Per a la vida social, econòmica, cultural i política de les Terres de l’Ebre, la batalla significà un dur impacte: perdé el 15% de la població i continuà disminuint les dècades següents. La repressió dels guanyadors va facilitar l'emigració dels derrotats, va fer créixer el ressentiment i la desesperança, va fer optar pel silenci i la resignació. Les quantitats ingents de projectils escampats i la destrucció massiva de cases, propietats i infraestructures ajuden a comprendre la pobresa posterior a la guerra, ajuden a comprendre l’oblit d’una terra espectadora de l’horror. I no sé si Barcelona n’és conscient. Potser no, potser en part. Vosaltres decidiu perquè no heu tingut polítics prou valents per tirar pel dret. Mireu els veïns de Gandesa com ho han fet, que jo no sóc ningú per donar lliçons, ni pretenc fer-ho.

Però alerta, us diran que representa la pau. Us diran que és patrimoni de tots i totes. Us diran que forma part de la memòria i el paisatge urbà de Tortosa. Us diran que els turistes el fotografien. Us diran que no hi ha diners per retirar-lo. Mil i una raons per justificar allò injustificable. Jo no hi veig més que excuses, més que perpetuar actituds i símbols feixistes, més que inoperància política i caciquisme, més que un insult perpetu als caiguts, als deportats, als exiliats i als represaliats. Part de filofranquisme camuflat i reconvertit en democràcia, d’aquell que no va marxar, d’aquell que es va quedar el poder, d’aquell que encara el té, d’aquell que ens continua volent callats. I és que la suposada transició espanyola no va ser res més que una farsa que ens negà el dret al dol col·lectiu, a les responsabilitats polítiques i judicials, a la memòria dels nostres.

Se’ns vol fer oblidar. I jo no puc ni vull oblidar, com diu Neus Català. El vostre riu és vida, va ser mort, no hi deixeu ara l’odi al mig, feu-lo fora, canvieu-lo per amor, a una terra i la seva gent.

http://www.naciodigital.cat/opinio/1.../vull-/oblidar

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No puedo -ni quiero- olvidar

«Retirar el monumento franquista de Tortosa es sobre todo un acto de amor. Es el proceso de paz que no hicimos cuando tocaba »

Mireia Boya | 05/27/2016 a las 00: 02h

No soy ni de Tortosa ni de las Tierras del Ebro, vengo del Pirineo, del Aran. No me prejuzgan por ello. Pienso en lo que hay sobre la antigua pilastra del puente de la Cinta y me vienen a la cabeza recuerdos familiares personales, historias silenciadas y sufrimientos colectivos. De eso va la cosa, de conocer, de iniciar con la retirada de aquella vergüenza monumental una reconciliación con el pasado para construir juntos un futuro con las heridas cerradas.

Si no está seguro de que os hablo es porque la historia en este país nos lo han explicado los fascistas ganadores. Son ellos los que han escrito los libros. Son ellos los que han honrado, recordado y llenado el espacio público con sus nombres y simbología. En ninguna parte hemos reconocido a los perdedores, los exiliados, los asesinatos, los deportados y los huérfanos de la Guerra civil. Ahora tenemos la oportunidad de revertir un agravio histórico, de devolver la memoria a aquellos que perdieron la batalla, aquellos que están enterrados en los arcenes de los caminos, a aquellos que quedaron olvidados para siempre a Pàndols y Cavalls, a que la familia aún busca, a aquellos que aún hoy recuerdan las vejaciones, prohibiciones y escarnios durante la negra noche de la dictadura franquista.

Hagámoslo, hágalo. Por dignidad, por honor, para cerrar heridas, por memoria, pero sobre todo por amor. Sí, retirar el monumento franquista de Tortosa es sobre todo un acto de amor. Es el proceso de paz que no hicimos cuando tocaba, es el rechazo a la ley de punto final de una transición impuesta, es la reconciliación social de un territorio olvidado, que sufrió, y que aún sufre, lo que no está escrito.

El 25 de julio de 1938 comenzó la Batalla del Ebro, la de su monumento sometido a consulta en pro de una malentendida autonomía municipalista. Ese día perdura en la memoria colectiva de generaciones, aún hoy, en casa y en los Países Catalanes. 115 días después el gobierno republicano perdió Cataluña, pero también la democracia y los valores de libertad de la II República. Las tierras del Matarraña, Ribera d'Ebre, Baix Ebre y la Terra Alta empaparon con la sangre de decenas de miles de hombres, vieron pasar por sus caminos el exilio forzado de familias enteras. De los cerca de cien mil soldados que fueron no volvieron enteros ni la mitad. Si, en esta consulta hablamos de ellos, y también de las 470.000 personas que tuvieron que cruzar la frontera forzadamente.

De hecho estamos hablando de mantener en pie el monumento a una batalla que ha grabado de por vida en nuestra memoria colectiva nombres de lugares como Argelès, Gurs, Rivesaltes o San Cipriano, campos de refugiados asociados al exilio, el frío , el hambre y el desarraigo; pero la batalla del Ebro es también Mauthausen, Buchenwald o Ravensbrück, asesinatos colectivos, hornos crematorios y la locura humana que eutanasiar todo un continente. El fascismo que levantó su monumento era europeo, y trajo la muerte a miles de republicanos. Cuando leeréis la pregunta malintencionada de la consulta piensa en las vidas destrozadas que representa. 30.000 muertos del bando republicano, 6.500 del nacional. Y el monumento franquista de Tortosa, a los 25 años de paz, insisto, se levantó sólo para honrar a estos últimos. Los otros no eran nadie.

Para la vida social, económica, cultural y política de las Tierras del Ebro, la batalla significó un duro impacto: perdió el 15% de la población y continuó disminuyendo las décadas siguientes. La represión de los ganadores facilitó la emigración de los derrotados, hizo crecer el resentimiento y la desesperanza, hizo optar por el silencio y la resignación. Las cantidades ingentes de proyectiles esparcidos y la destrucción masiva de casas, propiedades e infraestructuras ayudan a comprender la pobreza posterior a la guerra, ayudan a comprender el olvido de una tierra espectadora del horror. Y no sé si Barcelona es consciente. Tal vez no, tal vez en parte. Usted decide porque no ha tenido políticos suficientemente valientes para tomar el atajo. Vea los vecinos de Gandesa como lo han hecho, que yo no soy nadie para dar lecciones, ni pretendo hacerlo.

Pero cuidado, os dirán que representa la paz. Os dirán que es patrimonio de todos y todas. Os dirán que forma parte de la memoria y el paisaje urbano de Tortosa. Os dirán que los turistas lo fotografían. Os dirán que no hay dinero para retirarlo. Mil y una razones para justificar lo injustificable. Yo no veo más que excusas, más que perpetuar actitudes y símbolos fascistas, más que inoperancia política y caciquismo, más que un insulto perpetuo a los caídos, a los deportados, los exiliados y los represaliados. Parte de filofranquisme camuflado y reconvertido en democracia, de aquel que no se fue, de aquel que se quedó el poder, del que todavía lo tiene, de aquel que nos sigue queriendo callados. Y es que la supuesta transición española no fue más que una farsa que nos negó el derecho al duelo colectivo, a las responsabilidades políticas y judiciales, a la memoria de los nuestros.

Se nos quiere hacer olvidar. Y yo no puedo ni quiero olvidar, como dice Nieves Catalán. Su río es vida, fue muerto, no deje ahora el odio en medio, haga fuera, cámbielo por amor, a una tierra y su gente.

[Gamper]

UN PAÍS QUE MAI FARAN

Continua l'espectacle de la política espanyola en la seva segona part, de la qual ja se sap el desenllaç: govern de continuïtat del règim amb els seus tres partits a dins, o donant suport passiu des de fora. El terra de vots del Partit Popular és prou resistent malgrat la corrupció –o potser gràcies a la corrupció–; i la seva força social i electoral serà determinant per sempre a Espanya. Sota aquestes sigles o unes de refundades, la tendència conservadora i reaccionària predominarà sempre entre l'Espanya castellana rural i gerontocràtica, i en la urbana sobredimensionada de funcionaris de l'aparell central de l'Estat. Els pocs moviments en aquest bloc social dominant castellanoespanyol es produiran cap a opcions de recanvi, com va ser el PSOE de González i Guerra, i ara és Ciudadanos de Rivera. Decoració de centre liberal per amagar l'ADN profundament falangista de les dues cúpules partidistes. ADN estatalista, jacobí, supremacista castellà, regat pels interessos de l'economia extractiva i oligopòlica predominant a la Gran Castella./

En aquest panorama l'única novetat relativa és l'aparició de Podemos i la seva capacitat, fins ara, d'aliar-se en diversos territoris amb forces federalistes. És clar que un elector espanyol progressista s'agafarà com a un clau roent a aquesta alternativa. No li queda res més. I amb la confluència amb Izquierda Unida es recupera l'únic fil roig que travessava Espanya totes les dècades d'aquesta Restauració. Una Izquierda que en el seu passiu hi figura l'esclerosi ideològica i la manca d'autocrítica a les arrels autoritàries d'un segment important del comunisme. I en l'actiu, ser l'única opció espanyola que potser paradoxalment ha aguantat la flama de la radicalitat democràtica, i en línies generals no s'ha doblegat davant els oligopolis ni la corrupció./

Admiro sincerament i em solidaritzo amb tota aquella gent que ha perseverat tants anys a la Gran Castella en condicions molt adverses. Però, ara, la millor manera d'exercir la fraternitat amb les classes populars d'Espanya és promoure l'emancipació nacional de Catalunya, que alhora serà social i democràtica. Per tot això, les forces progressistes i sobiranistes han de presentar-se davant de les properes eleccions espanyoles amb un programa social i democràtic complet on es destaquin aquells elements emblemàtics que han estat impulsats des del Parlament o des del govern de Catalunya i han estat sistemàticament tombats per l'actual govern del PP i en bona part pels anteriors del PSOE. Propostes per gaudir d'una democràcia de qualitat: llei de memòria històrica, igualtat home-dona... Lleis de rescat social: habitatge, pobresa energètica, impostos sobre bancs... Lleis del benestar: educació, salut... Lleis ambientals: impost sobre nuclears, aigua de l'Ebre... Lleis de protecció de la llengua catalana: cine, justícia, consum... Lleis viables a Catalunya, no a Espanya./

Per tant, el 26-J, com a màxim, Podemos superarà el PSOE en vots i/o escons. Però això serà totalment irrellevant de cara a provocar el canvi constitucional i en la correlació de forces econòmiques i socials. Per això, l'únic detonant que pot ajudar a una força de vocació revolucionària com Podemos és la deconstrucció de l'Estat que des de Felip II va saber teixir l'aliança estratègica entre les classes dominants castellanes i una part important de la base social popular, un cop vençudes les resistències burgeses i liberals, i ja no diguem obreres o pageses. L'emancipació catalana i la pèrdua del 16% de la població espanyola, del 19% del seu PIB, del 26 % de les exportacions, del 33% de la recerca, etc., farà saltar pels aires un miratge que permet la continuïtat de l'hegemonia de la casta: tenir un nombre de funcionaris i de serveis propis de país socialdemòcrata gràcies a l'espoli que Catalunya, València i Balears reben, i que situen les seves poblacions entre les pitjors ateses d'Europa per l'estat del benestar en termes relatius al grau d'esforç fiscal que fan./

Els autonomistes del PSOE valencians i mallorquins s'han adonat del que els ve a sobre quan Catalunya s'emancipi: un dèficit fiscal encara més inassumible que abocarà Espanya a atiar dos nous processos cap a repúbliques emancipades. O repensar-se de cap a baix per repartir càrregues i decisions: i això vol dir desmuntar Madrid i tota la seva parafernàlia de poder de classe. Aquí és on Podemos, ja sense Catalunya a Espanya, té alguna chance. Mentrestant, aquí estem en un país que ja anem fent. I allà, en un país que mai faran.

http://www.elpuntavui.cat/opinio/art...mai-faran.html

http://in.directe.cat/josep-huguet/b...-que-mai-faran

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UN PAÍS QUE NUNCA HARÁN

Continúa el espectáculo de la política española en su segunda parte, de la que ya se sabe el desenlace: gobierno de continuidad del régimen con sus tres partidos dentro, o apoyando pasivo desde fuera. El suelo de votos del PP es bastante resistente a pesar de la corrupción -o quizás gracias a la corrupción-; y su fuerza social y electoral será determinante para siempre en España. Bajo estas siglas o unas de refundadas, la tendencia conservadora y reaccionaria predominará siempre entre la España castellana rural y gerontocràtica, y en la urbana sobredimensionada de funcionarios del aparato central del Estado. Los pocos movimientos en este bloque social dominante castellanoespanyol se producirán hacia opciones de recambio, como fue el PSOE de González y Guerra, y ahora es Ciudadanos de Rivera. Decoración de centro liberal para esconder el ADN profundamente falangista de las dos cúpulas partidistas. ADN estatalista, jacobino, supremacista castellano, regado por los intereses de la economía extractiva y oligopólica predominante en Gran Castella./

En este panorama la única novedad relativa es la aparición de Podemos y su capacidad, hasta ahora, de aliarse en diversos territorios con fuerzas federalistas. Es claro que un elector español progresista tomará como un clavo ardiendo a esta alternativa. No le queda nada más. Y con la confluencia con Izquierda Unida se recupera el único hilo rojo que atravesaba España todas las décadas de esta Restauración. Una Izquierda que en su pasivo figura la esclerosis ideológica y la falta de autocrítica a las raíces autoritarias de un segmento importante del comunismo. Y en el activo, ser la única opción española que quizás paradójicamente ha aguantado la llama de la radicalidad democrática, y en líneas generales no se ha doblegado ante los oligopolios ni la corrupción. /

Admiro sinceramente y me solidarizo con toda aquella gente que ha perseverado tantos años en la Gran Castilla en condiciones muy adversas. Pero, ahora, la mejor manera de ejercer la fraternidad con las clases populares de España es promover la emancipación nacional de Cataluña, que a la vez será social y democrática. Por todo ello, las fuerzas progresistas y soberanistas deben presentarse ante las próximas elecciones españolas con un programa social y democrático completo donde se destaquen aquellos elementos emblemáticos que han sido impulsados ​​desde el Parlamento o desde el gobierno de Cataluña y han sido sistemáticamente tumbados por el actual gobierno del PP y en buena parte por los anteriores del PSOE. Propuestas para disfrutar de una democracia de calidad: ley de memoria histórica, igualdad hombre-mujer ... Leyes de rescate social: vivienda, pobreza energética, impuestos sobre bancos ... Leyes del bienestar: educación, salud ... Leyes ambientales : impuesto sobre nucleares, agua del Ebro ... Leyes de protección de la lengua catalana: cine, justicia, consumo ... Leyes viables en Cataluña, no a Espanya./

Por tanto, el 26-J, como máximo, Podemos superará el PSOE en votos y / o escaños. Pero esto será totalmente irrelevante de cara a provocar el cambio constitucional y en la correlación de fuerzas económicas y sociales. Por ello, el único detonante que puede ayudar a una fuerza de vocación revolucionaria como Podemos es la deconstrucción del Estado que desde Felipe II supo tejer la alianza estratégica entre las clases dominantes castellanas y una parte importante de la base social popular, una vez vencidas las resistencias burguesas y liberales, y ya no digamos obreras o campesinas. La emancipación catalana y la pérdida del 16% de la población española, del 19% de su PIB, del 26% de las exportaciones, del 33% de la investigación, etc., hará saltar por los aires un espejismo que permite la continuidad de la hegemonía de la casta: tener un número de funcionarios y de servicios propios de país socialdemócrata gracias al expolio que Cataluña, Valencia y Baleares reciben, y que sitúan sus poblaciones entre las peores atendidas de Europa por el estado del bienestar en términos relativos al grado de esfuerzo fiscal que fan./

Los autonomistas del PSOE valencianos y mallorquines han dado cuenta de lo que les viene encima cuando Cataluña emancipe: un déficit fiscal aún más inasumible que abocará España a atizar dos nuevos procesos hacia repúblicas emancipadas. O repensarse de hacia abajo para repartir cargas y decisiones: y eso significa desmontar Madrid y toda su parafernalia de poder de clase. Aquí es donde Podemos, ya sin Cataluña en España, tiene alguna chance. Mientras tanto, aquí estamos en un país que ya vamos haciendo. Y allí, en un país que nunca harán.