- La marca española afronta la prueba sudamericana con un buggy totalmente eléctrico libre de emisiones'
- Los pilotos catalanes Albert Bosch y Agustí Payá convencieron a la empresa de la viabilidad del proyecto
- Las baterías ofrecen una autonomía de unos 250 km y se irán cambiando en las zonas de repostaje
Raymond Blancafort 02/12/2014 09:53
De la mano de
Acciona, que da nombre al equipo y al coche,
Albert Bosch y
Agustí Payá tomaran parte en el
Dakar con un coche revolucionario, un buggy Acciona propulsado por un motor eléctrico alimentado exclusivamente por baterías "y libre de emisiones".
Albert Bosch, con 8 participaciones en el Dakar a cuestas, aventurero, premio
Mundo Deportivo a la
Gesta Humano Deportiva 2012 tras cruzar el Polo Sur en solitario, sin asistencia, arrastrando su propio trineo, será el piloto de este buggy. Le acompañará Agustí Payà, campeón de las
EcoSeries eléctricas desde la creación de este certamen y propietario de una empresa de ingeniería que colabora con proyectos de automóviles eléctricos con varías marcas.
"Tras ocho Dakar estaba ya cansado de la pruebas y busqué aventuras nuevas. Hablando con Agustí hace más de un año nos planteamos el desafío que representaría un coche totalmente eléctrico en el Dakar y nos pusimos manos a la obra. Lo primero era encontrar un socio y pensamos que podía encajar con la empresa Acciona. Fue la primera con la que contactamos y se mostraron entusiasmados", explica Albert.
Un reto español
Acciona, empresa pionera en el tema de parques eólicos y energías alternativas -entre otros muchos campos-, apostó por el proyecto y de ahi que el vehículo diseñado expresamente para la prueba lleve su nombre.
"No nos valía un patrocinador normal. Necesitamos un partner, un socio, porque había mucho tema I+D a resolver", explica Bosch.
El tipo de vehículo elegido fue un buggy. "Necesitábamos crear un coche adecuado para esta aventura. Obviamente los coches eléctricos no disponen todavía de autonomía suficiente para afrontar una etapa del Dakar y los tiempos de recarga de las baterías son muy largos, así que pensamos que la solución era ir cambiado de baterías cuando toca. Como los coches normales, cuando paramos a repostar en lugar de poner combustible cambiamos las baterías", añade.
A los responsables del Dakar le gustó la idea. Casaba con su preocupación medioambiental, el respeto cuando pasan por zonas protegidas o por limpiar los lugares donde establecen los campamentos. "Y aunque los coches no repostan durante la especial, nos permitirán que nosotros lo hagamos en los mismos lugares donde lo hacen las motos".
El buggy tiene un chasis multibular, especialmente diseñado para poder extraer los packs de baterías y sobre todo resistir su peso. Ha sido realizado en Vilanova del Vallés (Barcelona) por
Jatón Racing. Jatón es un preparador argentino afincado en España desde hace muchos años con gran experiencia en rally-raids y el Dakar.
Cada pack, formado por múltiples pequeñas baterías o celdas de ion-litio, permite almacenar 35 kW/h de energía y pesa unos 400 kg. En total, 140 kW/h para tener la misma autonomía que una moto, unos 350 km. A modo de comparación, un Nissan Leaf, el turismo eléctrico más conocido, lleva un pack de baterías de 24 kW/h, es decir seis veces menos energía, o es la energía que consumirían 32 viviendas.
"Las baterías y el motor son responsabilidad de
Quionne Tech, una empresa de Huesca, de Marcos Rupérez, y Víctor Lobo", precisa Bosch. Han tenido que trabajar contrarreloj porque comenzaron a desarrollar el proyecto en julio y había poco tiempo ya que muchos de los componentes son de fabricación china.
"El motor ofrece una potencia de 220 kW, unos 300 CV. Pero la forma de de potencia de un eléctrico es muy diferente de un motor de combustión. Entra de golpe, la da siempre. Así que se han tenido que diseñar controladores especiales para que entre de forma progresiva, no agote rápidamente las baterías, etc", señala Bosch.
Tecnotalasa ha sido otra de las empresas importantes en el proyecto. Especialista en vela de alta competición, tenía experiencia en controladores, cableados, sistemas eléctricos en ambientes muy húmedos.
"Un coche normal en el Dakar quema 2.500 litros de combustible. Nosotros esperamos hacerlo sin emitir CO2 alguno", explica Albert.
Piloto y copiloto ya han probado el coche. "Se comporta muy bien. Pero es muy pesado. Pesamos unos 1.000 kg. que los buggies en vacío, o 500 más que cuando van llenos de gasolina. Pero a nosotros el coche no se nos aligera conforme vamos gastando las baterías, sino que pesamos siempre lo mismo. No podemos ganar, obviamente, pero que cada etapa que acabe el acciona será una victoria", concluye